Cada persona es capaz de influir positiva o negativamente con sus pensamientos, deseos y acciones, pero el alcance de esta influencia es muy reducido, aún cuando se trate de seis mil millones de personas.
El mundo no es estático. Lo percibimos de manera distinta a medida que cambian nuestros atributos. Si se toma consciencia que el mundo es la impresión individual que se tiene de él, se reconocerá que la transformación personal es necesaria, y no que el mundo es el que requiere mejorarse. Si uno se corrige el mundo cambia.
Si se logra, entonces se descubrirá en qué forma la Fuerza Superior afecta todo lo que sucede y eso cambiará el modelo entero de percepción y su interpretación de lo que percibe. ¿Se sentirán mejor las personas? ¿Se van a erradicar el desempleo y el hambre? ¿Las empresas realmente reintegrarán a los empleados al trabajo? Sí, efectivamente. Lo veremos con nuestros propios ojos.
Baal Hasulam dijo: "Nada cambia en nuestro mundo excepto la revelación u ocultamiento del Creador". Por consiguiente, nos ayudaría mucho dejar de visualizar este mundo como una imagen estática, que es constante frente a nosotros. Por el contrario, debemos entender que el mundo depende enteramente de nuestra percepción, de nuestros atributos y noción interior. En este momento empezaremos a corregir nuestras fallas, y como resultado veremos la voluntad del Creador en todo lo que ocurre.